viernes, 17 de enero de 2014

La Presa.

Paseo por las calles de mis pensamientos
buscando algún recuerdo que pueda guardar,
algo que disipe los tormentos de mi cabeza;
pero no hay nada digno de conservar...

Mi interior es como una casa en ruinas
cuyo interior ningún fantasma habita.
Ya no hay nada que recoger de este suelo,
el cual va siendo devorado poco a poco
junto con los polvorientos muebles
por mustias raíces...

¿Qué pensar?
¿Qué hacer?
¡¿Qué decir?!

Nada... pues solo me queda callar...
Presa de su ira incontrolada
mi alma un día fue ahogada;
me silenciaron la voz
y me cortaron las alas...

Esperanza que llovió una vez,
sus charcos se han convertido
ahora en sueños rotos,
cuales trozos tengo que recoger.

Mis manos acuchilladas por tu maldad
y mi rostro teñido por la desesperación
hace que esto empeore cada vez más.

Aferrada a lágrimas de cristal
intento no caer en lo más profundo,
pero inútil resistencia es...
cuando el peso de tus cadenas
se ciernen sobre mi para no dejarme volver.

¿Qué pensar?
¿Qué hacer?
¡¿Qué decir?!

Nada... pues solo me queda callar...
Presa de su ira incontrolada
mi alma un día fue ahogada;
me silenciaron la voz
y me cortaron las alas...



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