viernes, 27 de marzo de 2020

Perfume Rojo

Apareció un día,
como una brisa fresca de primavera,
como un trago de cerveza fría 
en una noche de verano,
como la calada de un porro entre risas.

Apareció un día,
con el alma atada y
el corazón luchando
por salir del pecho.

Sonrisas, optimismo, pasión...
lo viste claro, y decidiste 
adentrarte en ese paseo
sin retorno.

Suaves manos, 
grandes y tristes ojos;
dama desconocida
de perfume rojo.

Antojadizo el destino
al ponerla en tu camino
y caprichosas las horas
colgadas de su cintura,
que con el viento 
(igual que ella) se iban
a cada momento.

Dama libre como ave del paraíso,
pero oscura como cuervo,
dama que voló sin billete de retorno.

Cada día deseando ser dueño
del huracán de su cabeza,
cada día buscando cómo...
cómo parar el reloj de arena
de sus ojos sobre ti.

Cada segundo conservando el rojo
de su perfume bajo tus sábanas.

Da igual que cerrases las puertas,
da igual que tapiases las ventanas;
la dama voló cuando quiso
dejando la estela de su rojo perfume.

Y es que a fin de cuentas
desataba su alma volando,
alto, muy alto, donde su corazón
sale del pecho.

Mirarás al cielo,
el ave del paraíso no volverá
pero recordarás al cuervo 
y el calor de sus alas,
que no te dañará nunca más.

Jamás olvidarás el rojo de su perfume,
jamás... ese olor; su perfume de verano...




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