domingo, 13 de octubre de 2013

Isure Glutiam.

Me llamo Isure Glutiam y soy un habitante de la ciudad del viento, 
construida a muchos metros sobre las nubes.
Donde vuestra vista no alcanza existe esta “tierra” (si se le puede llamar así)
en la que los edificios se levantan sobre terrenos de gas,
los animales corren libres y no faltan recursos, pero solo tenemos una ley,
no cruzar la frontera.

Yo siempre he destacado entre mi gente por no perder una sonrisa
y para que negar lo evidente, por ansiar la libertad infinita,
así que en contra de dicha ley y de las advertencias decidí desplegar
las velas de mi pequeña barca y surcar los vientos del sur.
Nadie quiso acompañarme en mi viaje por miedo,
cosa que entendí y no me importó.

A las semanas de viaje comprendí el por qué de esa ley...
los cielos se tornaron grises y las fuertes corrientes de viento
me arrastraron hacia la cascada que marcaba los límites de nuestra
tierra, haciendo mi barca trizas y dejándome aferrada a una simple
tabla la cual desapareció cuando caí al vacío; fue en ese momento
cuando sentí un gran dolor en la espalda y de mis hombros brotaron unas
enormes alas blancas, las cuales me fueron inútiles cuando al momento
me prendieron por los brazos dos habitantes de mi ciudad (dos guardianes
que ante mi sorpresa también estaban dotados de dichas alas).

En ese momento comprendí que no venían a ayudarme...
Por orden del Altísimo me volvieron a llevar a la frontera,
me cortaron las alas y me lanzaron al vacío de nuevo condenándome
para siempre...

Así es como yo, Isure Glutiam, descubrí vuestro mundo y éste
el precio que pagué por ello... sobrevolar vuestros cielos siendo
parte de las golondrinas, sabiendo que eso en lo que ustedes creen y
a lo que llaman “paraíso” no existe, sabiendo que es solo una cárcel
de la que no os podré proteger y yo uno de tantos ángeles caídos
condenada por ansiar la libertad.


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